Aprovecha la capacidad de tu mente para crear las condiciones que lleven a cumplir sueños y metas. Tú eres el primero que tienes que darles vida.
Lograr objetivos personales y profesionales requiere de determinación, pero seguro hay momentos en los que flaqueas o tienes la sensación de no poder alcanzarlos por falta de capacidad o voluntad. Si es así, considera usar el poder de la visualización para conseguir aquello que te propongas.
Libera tu creatividad y eleva el potencial de tu mente con el fin de que tus sueños y metas más profundos los puedas hacer realidad mediante una concentración enfocada. Sería algo así como soñar despierto, pero con intensidad para lograr materializarlos.
Bien dicen que el cerebro no puede diferenciar de forma precisa entre lo que ocurren en el mundo real y lo que sucede en el interior de tu cabeza. La actividad neuronal es la misma.
Por lo anterior, no eches en saco roto el poder de la visualización, porque puedes aplicarlo en diversas áreas de tu vida; no sólo para cuestiones creativas, sino también para hacer planes, llevar a cabo tus proyectos personales o simplemente hacer cualquier actividad de manera más eficiente.
Existen dos tipos de simulaciones que debes aprovechar por igual: la de proceso y la de resultados. La primera se refiere a imaginar los pasos que seguirás para conseguir determinado objetivo, mientras que el segundo refiere al resultado final.
Ve por todo, imagina con detalle tu futuro
Obtener lo mejor de la visualización requiere que le des intensidad emocional. Imagina con detalle el momento que quieres vivir, si por ejemplo quieres conseguir un resultado positivo en tu próximo pitch visualiza a todos aplaudiéndote y sintiendo toda la emoción en un interior, además de la confianza de dominar el tema, porque eres un experto y puedes resolver cualquier duda que surja entre la audiencia. Permite que la experiencia se haga realidad en un interior.
De igual manera tienes que exponerte a situaciones que asemejen lo que te has propuesto como gran logro. Por ejemplo, si sueñas con dar una conferencia exitosa en un congreso con más de mil asistentes, pero nunca has dado una plática, lo mejor es que hagas pequeñas charlas entre amigos o con poca gente para que la sensación vaya permeando todo tu ser.
Como parte de una rutina para ejercitar la visualización, cada día date la oportunidad durante algunos minutos para estar sólo, en algún sitio donde te sientas cómodo. Algunos ejercicios que puedes hacer son los siguientes:
- Mira una fotografía, analízala y memoriza cada detalle. Luego cierra los ojos y trata de recordar todo lo que observaste. Deja que la imagen cobre intensidad en tu mente, si pierde fuerza vuelve a mirarla la foto y repite de nuevo el ejercicio. Con la práctica mejorarás paso a paso.
- Protagoniza tu “escena favorita”. Si, por ejemplo, quieres tener una cita perfecta, usa todos sentidos para brindarle fuerza la “película” en tu cabeza. Huele el perfume de tu pareja, saborea los alimentos, siente como el vino se desliza por tu garganta. Escucha la conversación de quienes están atrás de ti, ¿qué dicen?
Con los pies en la tierra
Por supuesto, además de apoyarte en la imaginación, pon de tu parte para aprender las habilidades o adquirir los conocimientos que necesitas a fin de conseguir tus mentas. Integra un plan de aprendizaje y establece un cronograma. Ponlo por escrito con la intención de que el compromiso sea mayor.
Por último, no permitas que las creencias limitantes se apoderen de ti. Al contrario, genera la suficiente confianza para creer que puedes lograr cualquier cosa que te propongas. No dejes que nada se interponga en tu camino.
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