El temor es inevitable, lo importante es preguntarte qué harás para manejarlo y convertirlo en una oportunidad de crecimiento personal y profesional.
Por Redacción TNE
Bien, ya diste el primer paso en este Año Nuevo para impulsar tu propio proyecto o negocio. Quizá dejaste por completo la estabilidad de un trabajo o lo haces a la par del actual. Sin embargo, de pronto te asaltan las dudas sobre tu capacidad para sacarlo adelante o si encontrarás a las personas indicadas a fin de lograrlo.
De pronto te invade el miedo y la inseguridad, consideras que no cuentas con los conocimientos y habilidades. Lo peor de todo: esta emoción no necesariamente refleja una realidad; además, por lo general, es infundada. Lo mejor que puedes hacer es transformarla con la intención de que juegue a tu favor.
¿Cómo vencer el miedo?
· Reconócelo y siéntelo: puedes experimentar incertidumbre ante el cambio, al fracaso, a no conseguir el financiamiento indicado; adicionalmente, puedes titubear frente a lo desconocido o creer que no cumplirás con las expectativas y defraudarás a quienes se encuentran a tu alrededor. Incluso tendrás miedo a estar equivocado. No obstante cuentas con dos opciones: quedarte en donde estás y seguir así o dar ese salto de fe para explorar nuevos puertos.
Nunca estarás preparado ni mucho menos puedes esperar las condiciones adecuadas a fin de dar ese paso inicial. Al contrario debes planear y actuar para crear los momentos perfectos. Recuerda: aprenderás más de los errores cometidos. Enfócate en tus valores, principios y metas, olvídate de la opinión de los demás, no podrás complacerlos a todos.
No puedes saberlo todo, pero debes actuar con base tus conocimientos disponibles, sin dejar de continuar aprendiendo y practicando para convertirte en un experto.
· Transfórmalo con el fin de avanzar: en vez de considerar el miedo como una emoción desagradable, derivada en función de otras personas o situaciones de peligro, resulta más provechoso verlo como una oportunidad de autoconocimiento y crecimiento personal, algo que va más allá del simple deseo hacia acciones concretas.
Esfuérzate por verlo como una energía positiva con la cual avanzarás, esto a través de la capacidad de convertirlo en algo positivo. En vez de verlo como algo malo, muéstrate emocionado, esto según en la situación en que te encuentres. Toma nota mental (o apuntalo y tenlo a la vista): no eres tus miedos ni mucho menos éstos te controlan.
Empodérate mediante la autoconsciencia y un diálogo interno positivo. No lo olvides: dar el primer paso es lo más difícil, pero lo importante es darlo.
· Contrólalo con una rutina de ejercicio: un plan de ejercitación permite gestionarlo y sortear los bloqueos mentales. Además contribuye a reducir el estrés e incrementa la producción de endorfinas, lo cual mejora la sensación de bienestar, traduciéndose en un estado óptimo a la hora de tomar de decisiones. La actividad física impulsa la confianza personal y brinda certeza de poder cumplir con objetivos, ya sea porque sigue un esquema semanal o te preparas para un maratón.
Adicionalmente facilita la confianza en los socios o equipos de trabajo; si practicas un deporte reconoces que no puedes hacerlo todo, además es importante confiar en los demás y realicen determinadas tareas.
· Enfréntalo desarrollando buenas habilidades de comunicación: como emprendedor se presentarán una variedad de ocasiones en donde tendrás que presentar tu proyecto o negocio, ya sea para darlo a conocer y conseguir fondos de inversión o incluso tratar con personas difíciles. Una vez te encuentres en dicha situación, probablemente sentirás quedarte sin habla o se forme un nudo en el estómago.
Hablar en público es una habilidad esencial al momento de hacer negocios; quien quiera invertir en el tuyo, querrá comunicarse directamente contigo, no con tu director de marketing o relaciones públicas. Además, si pretendes posicionarte como experto seguro deberás participar en paneles, conferencias, dirigir seminarios, networking entre otras actividades.
Pon manos a la obra y capacítate, empieza por leer buenos libros sobre el tema y práctica lo aprendido, analiza tus acciones y haz ajustes con el objetivo de mejorar.
· Acepta el rechazo: el ‘no’ ya lo tienes, desarrolla la capacidad de transformar cada día en una ocasión para buscar el ‘sí’, a pesar de las opiniones negativas. Esto conlleva mantenerte firme en tus objetivos y concentrado en tu discurso. Incluso si el resultado no es el esperado, ya habrá otro cliente u oportunidad que se presente y cierre a tu favor.
El rechazo no te define, lo importante es cómo respondes. Esto se traduce en tu habilidad de analizar qué debes hacer para mejorar y crecer tanto a nivel personal como profesional. Pregúntate qué ocurrió y prepárate más previo a la siguiente ocasión. Y nunca dejes de intentar.
Recuerda: eres un ser humano con emociones, el miedo es una de ella. Sin embargo, decide controlarlo y hacer que juegue a tu favor. Lo relevante es levantarte cada vez que te sientas desaminado; tu actitud te definirá.
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