Por Jorge Alfonso Gama Araico
El seguir con las preocupaciones personales durante la jornada laboral y/o viceversa, crea un conflicto emocional y un incremento en el nivel de estrés que podemos evitar.
Cuando nos traemos los problemas personales al trabajo, se vuelve muy complicado darle fluidez a los pendientes. Sin embargo la solución no es “separar el trabajo de la casa” porque es precisamente esa lucha interna por reprimir lo que estamos sintiendo que nos desgasta, quedándonos sin reservas de energía para conectar la creatividad que se requiere para sacar adelante los retos. Más bien lo que necesitamos hacer es una reconciliación interior, invertir 5 minutos para estar en solitud y liberar mentalmente a las personas involucradas en el problema y tomar total responsabilidad de nuestro sentir sin etiquetas ni juicios.
El problema de no liberar a las otras personas involucradas en esta crisis personal, es que mientras busquemos responsables afuera, no podremos tomar responsabilidad total de lo que estamos sintiendo.
Tú podrás justificarte diciendo: pero es que yo estaba muy en paz hasta que esta persona me hizo enervar. Esta es una típica trampa del ego, hacernos creer que alguien más “nos quita la paz interior”. Si realmente estuvieras en paz, nada ni nadie te movería de tu centro; sin embargo cuando traemos una pesada carga emocional que no hemos liberado, muchas veces porque no sabemos cómo y sólo nos enseñaron a reprimirla, bloquearla o negarla, cualquier estímulo recibido del entorno va a detonar el volcán reprimido.
¿Cómo es que alguien afuera te introdujo esa rabia que estás sintiendo? o ¿cómo es que esa persona que traes entre “ceja y ceja” metió en ti esa tristeza que te está asfixiando? Suena absurdo cuando lo reflexionamos de esta manera, ¿no crees?, porque nadie nos hace enojar ni nos pone tristes, sólo son estímulos que nos despiertan emociones reprimidas que venimos cargando de mucho tiempo atrás.
Así que un muy buen ejercicio es tomar conciencia de que no hay nada que perdonar allá afuera, porque nadie nos ha hecho nada. Y en todo caso, si algo hicieron estas personas fue lastimarse a sí mismas -porque al igual que nosotros- no saben cómo canalizar su carga emocional. Así que la invitación es a que te des una dosis de compasión, para perdonarte por sentirte como lo estás haciendo y dejar fluir el sentimiento, porque si te reprimes regresará con más fuerza en la siguiente invitación que recibas, ya sea de esa misma persona con la que tuviste el problema o de cualquier otra.
Si tan sólo comprendieras esta dinámica y la empezaras a practicar podrías descubrir otra dimensión en el sentir, en que ya no se razonan las emociones que se están sintiendo, sino simplemente se dejan sentir.
Además ya no buscarás culpables afuera, porque comprenderás que estabas reaccionando a los estímulos, la manera más efectiva en que evadías tus emociones saboteando tu verdadero sentir. Con esta nueva conciencia te permitirás liberar un campo minado que venias arrastrando.
¿Qué hacer en esos 5 minutos que te regalarás para estar en solitud? liberar mentalmente a las personas involucradas en el problema, darles las gracias por recordarte que hay algo que necesitas dejar ir dentro de ti, y tener presente que si no te das el permiso de hacerlo, sólo estarás propiciando a futuro la formación de un cáncer.
Aunque al principio te cueste trabajo hacer este ejercicio, no dejes de hacerlo, porque conforme lo vayas repitiendo irás fortaleciendo tu interior; es una cuestión de entrenamiento.
¿Recuerdas la película Matrix, cuando Neo esquivaba las balas?, bueno algo así me imagino yo cuando estoy practicando esta técnica que le llamo experienciación. De mí depende si utilizo como pretexto los estímulos (balas) para flagelarme o los aprovecho para dejar fluir mis emociones.
Recuerda que la pasión abre el camino a la perseverancia, por lo que es bien importante que te apasiones con este tema para que no claudiques en tu disciplina diaria.
Una vez que te decidas hacer este ejercicio de liberación emocional en lugar de reaccionar, te irás sintiendo más liviano, surgirán más fácilmente las ideas frescas en tu mente, empezarás a tener más seguido corazonemas (llamados desde el corazón) sobre alternativas muy originales para darle solución a los retos que se presentan en el trabajo y en la vida personal.
Lo mejor de todo es que este bienestar lo irradiarás en tu entorno. ¿Y qué crees? cuando fortalezcas esta disciplina y te inviten a bailar un tango emocional en casa, en el trabajo, los amigos o donde sea, te dará mucha flojera porque ya estás consciente que lo único que ganas es drenar tu energía.
Para llevar a la práctica:
Algo que fortalecerá mucho esta liberación es que todos los días medites 10 minutos en la mañana y 10 en la noche, enfocado en tu respiración, dejando pasar los pensamientos como si fueran nubes en el cielo y si te detectas atrapando un pensamiento, lo sueltes y lo dejes fluir. Este ejercicio diario es muy poderoso para aprender a observarte internamente y permitirte soltar.