Las marcas han encontrado en los influencers virtuales una alternativa innovadora para conectar con su audiencia y promocionarse, sin la necesidad de depender de nadie para sus campañas de marketing en redes sociales.
En un mundo hiperconectado en el que la influencia de los medios digitales se ha vuelto prácticamente omnipresente, surge una nueva tendencia a la cual las marcas están recurriendo para conectar con sus clientes mediante redes sociales: los influencers virtuales.
Estos son personajes digitales que existen solo en el ámbito virtual compuestos por algoritmos y diseñados para parecer humanos en todos los aspectos con el fin de ejercer su influencia en audiencias reales. Sin duda están redefiniendo la forma en que las marcas se relacionan con sus consumidores y cómo estas moldean la percepción de la realidad en línea, por lo que vale la pena adentrarnos en su mundo para conocer todo sobre ellos.
El mercado de los influencers digitales está creciendo
Hoy en día, se espera que el mercado global de los influencers humanos supere los $16 mil millones de dólares para 2023, lo que significa que este mercado está más vivo y dinámico que nunca, posicionándose actualmente como la segunda estrategia de publicidad más utilizada por las marcas según el informe de Content Marketing Strategy 2023.
A pesar de su gran éxito, hoy en día muchas compañías están buscando una alternativa más accesible para conectar con potenciales clientes a través de redes sociales, ya que a medida que la popularidad de los influencers aumenta, trabajar con estás se ha vuelto más complicado en cuestiones logísticas y de costos.
Es ahí donde surge la idea de crear influencers virtuales que simulan ser una persona para conectar con potenciales clientes, un concepto que no es nuevo, sin embargo, su popularidad ha aumentado significativamente en el último año, debido a que los avances de la inteligencia artificial, el machine learning y la tecnología en general han impulsado la llegada de nuevas herramientas cada vez más completas y avanzadas, permitiendo que cualquiera pueda crear avatares fotorrealistas de forma sencilla.
De hecho, como resultado de estos factores, los influencers virtuales se están volviendo cada vez más comunes entre las marcas. Como prueba de esto en 2022, el mercado mundial de influencers virtuales rebasó los $1,800 millones de dólares, en este año se espera que alcance los $4,600 millones de dólares y por si fuera poco se prevé que supere los $19 mil millones de dólares en los próximos cinco años, según una investigación de Territory Influence.
Por otro lado, el auge de los influencers virtuales es un reflejo de la evolución del marketing. Mientras que en el pasado las marcas dependían de personas influyentes para llegar a su público objetivo, hoy en día, la tecnología les permite crear a estos personajes de forma sintética y manipularlos a su conveniencia, por lo que muchas están encontrando grandes ventajas en los influencers virtuales por encima de sus contrapartes reales.
Las ventajas de los influencers virtuales
En los últimos años ha quedado demostrado que las colaboraciones con influencers bien ejecutadas suelen resultar en una mayor participación del público y una mayor conversión hacia la marca, sin embargo, los costos asociados con estas iniciativas pueden llegar a ser elevados, una de las principales razones por las que las muchas marcas están recurriendo a los influencers virtuales para promocionar sus productos.
La creación de un personaje sintético únicamente requiere de una inversión inicial para su creación o incluso actualmente existen plataformas gratuitas en línea para crear influencers virtuales. Por si fuera poco, los costos de operación son baratos porque no se les tiene que pagar por cada campaña de marketing.
Otra de las grandes ventajas de estos personajes virtuales es que las marcas pueden controlar absolutamente todos los aspectos tanto de la imagen como de la personalidad del influencer, permitiéndoles asegurarse de que cada publicación sea coherente con la identidad de la marca o producto que se está promocionando.
Si el influencer tiene un perfil de que le interesa el mundo de la moda, sus creadores pueden vestirlo a la vanguardia sin la necesidad de comprar ninguna prenda, simplemente diseñando su ropa con tecnología 3D o utilizando inteligencia artificial. En otro ejemplo, si le gusta viajar solo se necesitaría cambiar el fondo de la imagen como si estuviera en algún lugar turístico icónico de cualquier parte del mundo.
Por otro lado, al trabajar con un influencer real siempre existe el desafío de garantizar que la imagen y los valores del individuo se alineen con los de la marca que promociona, ya que al delegar la campaña a una figura externa a la compañía, hasta cierto punto se pierde el control sobre el contenido que comparte.
Mientras que las personas se pueden ver envueltas en polémicas que afecten su reputación y por ende la campaña que están realizando, los influencers virtuales no están atados a una vida personal que pueda llegar a afectar su imagen, así mismo su poder de influencia.
Además de lo anterior, por lo mismo que no tienen una vida fuera del mundo virtual, no están limitados por cuestiones logísticas o de agenda, es decir siempre están disponibles para las campañas publicitarias. Esto también hace que la creación de contenido sea más eficiente, ya que no se requieren de sesiones de fotos ni viajes, ni eventos para generar contenido.
¿Confían los consumidores en los influencers virtuales?
Cabe mencionar que a pesar de que el mercado de influencers virtuales está en aumento, todavía existen importantes desafíos para las marcas que los utilizan, principalmente en torno a generar empatía, autenticidad y confianza en estos personajes digitales.
Lo anterior se debe sobre todo a que los influencers virtuales promocionan artículos o marcas que jamás han probado personalmente porque eso no es realmente posible para ellos. Mientras tanto, sus contrapartes reales se comprometen y promocionan tanto productos como compañías a las que conocen bien, dando un respaldo más sólido y humano a la campaña publicitaria, lo que en última instancia genera una mayor empatía en el consumidor.
Algunas personas sienten que los influencers virtuales son solo una estrategia de las marcas para manipular a los consumidores a adquirir sus productos, dejando a un lado el objetivo de generar una relación sólida y cercana con los “personajes” detrás de la campaña de marketing, la cual es una de las claves del éxito para esta estrategia de marketing.
De hecho, en una encuesta realizada por el equipo de investigación de la Universidad de Padua solo el 12% de los participantes indicaron que tendrían el mismo nivel de confianza en los influencers virtuales que en los humanos, mientras que el 54% señaló que aún se le dificulta creer en estos personajes sintéticos.
Los influencers virtuales más conocidos
Algunos influencers virtuales ya están apoderándose de las redes sociales, cómo es el caso de Lil Miquela, un avatar sintético con más de 2.7 millones de seguidores en Instagram que se define como un híbrido entre una chica con rasgos orientales de 19 años y un robot viviendo en Los Ángeles.
Además de lo anterior, Lil Miquela es amante de la moda y de los viajes, por lo que publica fotos de sí misma modelando prendas vanguardistas y viajando por el mundo. También tiene su propio proyecto musical y ha colaborado con marcas como Dior, Calvin Klein y Prada. Según un estudio de la Universidad de Padua, sus ingresos este 2023 oscilaron entre los $6,000 y $10,000 dólares al mes.
Por otro lado, Lu do Magalu es la influencer virtual con más seguidores en el mundo con 14.6 millones de seguidores en Facebook, 6 millones de en Instagram, más de 2.6 millones de suscriptores en YouTube y más de 1.3 millones de seguidores en Twitter y TikTok respectivamente.
Lu es una amante de las compras y la tecnología por lo que suele aparecer en reseñas de productos, vídeos de unboxings y también compartiendo consejos de software, lo que la ha llevado a colaborar con reconocidas marcas como Ikea, Samsung y Porsche. CX Network estima que en el 2023 sus ingresos tan solo de campañas realizadas en Instagram superarán los $4 millones de dólares.
No cabe duda que los influencers virtuales han llegado para tomar las redes sociales y reinventar por completo la influencia de los medios digitales. Si bien los influencers reales siguen siendo una gran alternativa para hacer marketing, en una era en la que la inteligencia artificial está borrando las líneas entre lo real y lo digital estos personajes virtuales están convirtiéndose en una opción económica, simple, eficiente e innovadora para hacer publicidad.