Evita llegar a un punto de no retorno en tu empresa, no dejes ir oportunidades por no renovar tu modelo a tiempo.
Por Carlos Treviño Gutiérrez
Seguramente te ha sucedido alguna vez que los resultados de tu negocio se vienen abajo sin una causa aparente, pues al revisar te das cuenta que se sigue haciendo lo mismo que te dio buenos resultados en meses o años anteriores.
Esto ocurre porque los sistemas que conforman tu modelo de negocios son los que te permiten una estabilidad y predictibilidad de resultados, sin embargo pensar que lo harán bien por siempre es algo ilusorio.
Lo que en realidad sucede es que tu negocio vive en un mundo cambiante: se modifica rápidamente el mercado, la competencia, la tecnología, las costumbres, por mencionar algunos factores.
La implicación de estas transformaciones es que tu modelo de negocio debe adaptarse y también modificarse para poder mantener los buenos resultados que ha dado.
Para ello existe un principio muy simple pero muy poderoso: probar y medir.
Hay quienes se aferran a la manera en que siempre han hecho las cosas, porque en el pasado les dieron magníficos resultados, y siguen operando aunque con menores utilidades año tras año.
Sin embargo esto los lleva directo a un callejón sin salida o a un círculo vicioso de flujo de efectivo del cual muchos ya no logran salir.
Es por eso que el proceso de mejora continua en el negocio es algo que si aún no lo tienes, debes implementar de inmediato para evitar que la cadena de valor se deteriore o se vuelva obsoleta e incosteable.
Cuando un empresario se encuentre en estas condiciones, lo primero que debe hacer es buscar ayuda para modificar su forma de pensar sobre el negocio. El origen del problema viene de ahí, y muchas veces es la parte más difícil de cambiar.
Lo siguiente que debe aprender es a implantar un programa de mejora continua que involucre a todo su personal, comenzando con logros pequeños y rápidos que mantengan a la gente motivada, para luego dar lugar a proyectos más complicados.
Al tiempo que se involucra el personal, es necesario ejecutar el principio de “probar y medir”, y poner las reglas del juego para el equipo, de modo que puedan moverse libremente dentro de los límites permitidos y que no pongan en riesgo la operación del negocio.
Sin embargo, hay un punto que no hay que descuidar: la base del modelo de negocios debe respetarse siempre, y modificarse sólo cuando haya evidencias probadas de que existe uno mejor. La tentación de cambiar de golpe todo lo anterior por una prueba de otro modelo es algo que debes evitar a toda costa.
Controlado esto, imagina la diferencia entre seguir igual, o encargarte de cambiar algunas cosas del modelo aunque tu equipo se resista, o que cada miembro pruebe algo en su área de responsabilidad hasta que se encuentre una mejor manera de llevarlo a cabo.
Puedes no hacer pruebas, realizar una cada mes o tal vez 5, 10 ó 20 simultáneas. ¿Cuál podría ser mejor para adaptar tu negocio a las nuevas condiciones del mercado y mantener e incluso optimizar los resultados a corto plazo?
Tal vez en este punto estés pensando que eso puede salirse de control, o simplemente está fuera de tu zona de confort, o que no tienes el personal con la capacidad necesaria para hacerlo, sin embargo se puede arreglar partiendo de tu forma de ver y hacer las cosas en el negocio.
Pero si tu situación es que crees que no tienes el dinero que probablemente necesitarás para hacer los cambios, posiblemente ya estés muy cerca del punto de no retorno y de agotar tu modelo definitivamente.
Lo recomendable es buscar ayuda de inmediato y poner manos a la obra para actualizar e incluso mejorar los resultados de tu modelo de negocios de la cadena de valor de tu empresa.
Te puede interesar también:
“Enfréntate a los límites del “estricto” plan estratégico”
“¿Qué impide o facilita el crecimiento de las empresas en México?”