Pon detallada atención a tus comportamientos y al entorno que te rodea, sólo así podrás crear nuevos hábitos que mejoren tu mentalidad y por lo tanto, la manera en que te desenvuelves en la vida.
¿Eres de los que cuando la luz del semáforo cambia a verde inmediatamente suenas el claxon para presionar al vehículo que tienes enfrente? Seguro este acto lo haces en automático, sin siquiera pensarlo por unos segundos. Sin embargo, si logras una mayor conciencia de tu mindset puedes lograr cambios positivos en ti que dejen huella en los demás.
Daniel Goleman en su libro Focus, The Hidden Driver of Excellence, menciona que entre más poderosa sea la atención selectiva, mayor será la concentración e impacto en lo que estamos dispuestos a hacer y lograr. De igual manera, esta acción nos lleva a conseguir un mejor aprendizaje al optimizar el mapeo de la información que ingresamos al cerebro.
Detente por un instante. Piensa en la idea que sugiere Goleman y trasládala a un plano personal donde te haces más consciente de tus acciones a fin de lograr cambios duraderos en tu vida.
Te puede interesar: 5 hábitos que minan tu confianza
No sólo se trata de estar más presente en el momento, sino de prestar atención al comportamiento de tu mente. Generalmente vamos en piloto automático y a menos que el entorno cambie o sea ajeno a lo que normalmente consideramos rutinario, ponemos más atención. Un ejemplo es cuando estás en otro país y prestas mayor cuidado a los detalles, como al nombre de las calles.
Cuando tienes poca información a la mano, tiendes a tomar decisiones de forma espontánea o a seguir la rutina acostumbrada. Esto se incrementa cuando dependes de alguien más para conseguir algo. Por ejemplo, si vas de copiloto, las probabilidades de poner atención a las calles son pocas o nulas.
La cuestión da un giro de 180° cuando tienes que decidir a consciencia, desde lo simple hasta lo complejo. Más allá de la meditación, que sin duda ayuda a mejorar la concentración y estar más atentos al mindset que tenemos, es importante prestar una atención activa a los que vemos, escuchamos y sentimos cada que interactuamos con el mundo que nos rodea.
De lo que se trata es de hacerte cargo de todo lo que experimentas día con día y asimilar una actitud atenta. Además, es cuestión de asumir una mentalidad para tomar decisiones en todo momento. Quizá eres los que siempre va a la tienda de conveniencia por la misma bebida, ¿qué tal comprar de otro sabor o una marca distinta?
A partir de ahora, todo lo que hagas hazlo con plena conciencia. Si estás escribiendo un artículo para la revista en que colaboras o redactas el informe que tienes que presentar la próxima semana, pon atención a la información, procésala con detenimiento y expande tu aprendizaje mientras haces tu trabajo.
Lee también: Renueva tu liderazgo con las lecciones de El último samurái
Si de pronto caes en distracciones por pensamientos ajenos a la actividad del momento, analízalos y toma nota de ellos para atender la situación. El mismo Daniel Goleman menciona que esas ideas que de pronto invaden la mente se presentan porque una situación o conflicto debe resolverse, así que no los ignores, pero tampoco dejes que te distraigan.
Analiza tus comportamientos y hábitos a detalle para ver qué estás haciendo bien o qué puedes modificar para mejorar aspectos personales. Si te es complicado, puedes apoyarte en alguien de confianza con el fin de que te ayude a identificar áreas de oportunidad; sin embargo, lo ideal es que a medida que pase el tiempo tú ejercites la conciencia plena por ti mismo.
Todo lo que hagas experiméntalo con los cincos sentidos. Por ejemplo, cuando estés en un restaurante con tu familia o amigos, pon atención a los detalles: gestos de las personas que te acompañan, los comensales que están a tu alrededor, aroma de los alimentos y la brisa que corre si estás en la terraza del lugar. Toma la decisión de hacerlo y haz la prueba en diferentes contextos.
Si realmente quieres lograr cambios positivos en tu vida, no sólo debes pensar que quieres conseguirlos. También es necesario poner manos a la obra a fin de desarrollar nuevos patrones de comportamiento, pero para ello es necesario que estés consciente de tu mindset en todo momento.