Un líder no aplaza sus actividades si busca mejorar su rendimiento, pero sabe cuándo hacerlo y promover que sus compañeros sean más eficientes.
Por Redacción TNE
Diversas encuestas apuntan a que el 95%1 de las personas tienden a dejar para después alguna actividad. Sin embargo, algo curioso es que procrastinar no solamente se refiere dejar una tarea pendiente, sino hacerlo de manera consciente a sabiendas de que obrar así nos perjudicará. Dicho de otra forma, el retraso no es el problema; pero sí lo es el no saber organizarse y establecer prioridades.
No obstante, puedes hacer que la procrastinación esté de tu lado en ciertos momentos, así incluso podrás lograr que, como líder, quienes estén a tu alrededor puedan crecer profesionalmente. Eso sí, debes tener claro cuándo es el momento correcto para hacerlo.
¿Por qué dejas las cosas para después? Entre las posibles causas se encuentran:
· Desorganización: no sabes por dónde empezar; a esto se le suma que si tu lugar de trabajo está desordenado, las probabilidades de perder la concentración son mayores y en consecuencia se ampliará el tiempo para concluir la tarea.
· Falta de perspectiva del tiempo: ante el titubeo de dar el primer paso e iniciar una actividad, lo primero que puedes pensar es que tardarás mucho en terminarla o que aún no es momento de comenzarla.
· Ansiedad, duda y miedo: el simple hecho de pensar en la tarea que tienes por delante te pone nervioso. Por otro lado, el temor a fracasar o sobresalir (al desconocer cómo lidiar con el éxito), puede provocar que te eches para atrás y no comenzar con el proyecto que tienes en puerta.
· No tener ganas: sencillamente no tienes ánimos o consideras que careces de inspiración para iniciar pero, ¿cuáles son las condiciones adecuadas para iniciar? ¿Las hay?
Para dejar de procrastinar debes hacer lo siguiente:
· Toma el control: si piensas que no quieres procrastinar, lo único que lograrás es pensar, precisamente, en hacer las cosas en otra ocasión. Por lo tanto, modifica tus pensamientos y logra que éstos sean positivos; mejor imagina qué es lo que harás u obtendrás cuando concluyas el proyecto y cómo te sentirás.
· Crea una lista de pendientes: divídela en cuestiones profesionales y personales. Prioriza y procura que no sean muchas actividades, así no te sentirás abrumado, podrás concentrarte mejor y alcanzar mayores resultados. ¡Ojo! No pongas en tu lista tareas del día a día que son parte fundamental de una responsabilidad; por ejemplo, lavar la ropa o cocinar.
· ¡Despeja tu lugar de trabajo!: mantén en orden tu escritorio, sólo déjalo con las herramientas indispensables a fin de evitar distracciones. Aleja el celular, desactiva las notificaciones; si alguien necesita contactar contigo y es importante, te llamará. Las personas en los grupos en WhatsApp tienden a perder el tiempo y enviar mensajes sin importancia.
· Ve paso a paso: enfócate en lo que tienes enfrente sin olvidar la meta final; así te será más fácil terminar. No mires el reloj y sumérgete en un estado de total concentración durante 30 ó 40 minutos; para cuando recuerdes, habrás avanzado. No caigas en el perfeccionismo, porque de lo contrario corres el riesgo de nunca empezar, ya que tus expectativas serán mayores y sentirás que no las podrás cumplir. Date una pequeña recompensa con cada avance, así te mantendrás motivado.
¿Cuándo puedes usar la procrastinación a tu favor?
Ya sea como líder de una empresa o de un equipo de trabajo, dejar las cosas para después puede resultar en una buena idea. Seguro te estarás preguntando cómo es posible eso.
Toma en cuenta que el recurso más preciado, tu tiempo, es limitado y no puedes resolverlo todo. Así que, si un día un colaborador acude a ti para preguntarte o pedirte un consejo sobre un determinado problema, puedes decirle que se reunirán más tarde con el fin de abordar la situación. En el mejor de los casos, el compañero buscará información por su cuenta y encontrará la solución. A la larga, cada miembro será más independiente y resuelto, lo que aportará un gran beneficio para la empresa. Cuando los trabajadores asumen su papel de liderazgo, se reconocen y respetan las prioridades de cada uno.
Procrastinar es para personas que carecen de una visión sobre lo que quieren lograr, pero en determinados momentos puede ayudar a sacar lo mejor de cada uno.
1Steel, P. (2011). Procrastinación, por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy. Grijalbo: Ciudad de México.
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