Una buena noche de sueño eleva tu estado de alerta, te ayuda a tomar mejores decisiones y a lidiar de mejor forma con tus emociones y las situaciones que se te presentan cada día.
Los últimos 18 meses han generado un desgaste físico, pero sobre todo mental, debido al distanciamiento social. Poco a poco se vuelve a una normalidad, pero encima, la vida traerá nuevos desafíos tanto personales como profesionales. Mucho se habla de la resiliencia en estos tiempos, pero ¿cómo lograrla a través del sueño?
Seguro quieres mejorar tu desempeño, incrementar tu productividad, ser más eficiente y lograr más en menos tiempo. Es posible conseguirlo y lo puedes hacer con algo que no cuesta dinero, pero sí requiere disciplina a fin de aumentar tu bienestar: dormir entre 7 y 8 (a veces hasta 9) horas cada noche.
Piénsalo, lo anterior tiene sentido incluso si has leído El club de las 5 de la mañana de Robin Sharma. El autor propone usar 16 horas del día para enfocarte en tus prioridades previamente establecidas (trabajo, proyectos, relaciones sociales, familiares o afectivas, entre otras), mientras el resto del tiempo se aprovecha para tener un descanso de calidad.
Sin demeritar el poder de dormir bien
“El sueño es un periodo durante el cual el cerebro realiza diversas actividades necesarias para vivir, mismas que están muy ligadas a la calidad de vida”, explica Mark Wu, neurólogo y experto en el sueño de la Universidad de John Hopkins1.
Dormir bien, además de aumentar la inmunidad y reducir el riesgo de contraer cáncer o alguna enfermedad del corazón, mejora la memoria, concentración, razonamiento, solución de problemas y toma de decisiones, tiempo de reacción y nivel de alerta. ¿Por qué no querrías ser mejor en todo esto?
Por el contrario, una mala noche de sueño (o varias) puede incrementar las hormonas del estrés y afectar la capacidad de decisión. Inclusive, los síntomas de la somnolencia son equiparables con resaca después de una borrachera. Para darte una idea, al menos en Estados Unidos, cada año la policía reporta 100 mil accidentes vehiculares2. Incluso, estar despierto al menos 24 horas equivale a tener .10 % de alcohol en la sangre.
Una buena noche con Morfeo contribuye a reducir toxinas e incrementa la neuro plasticidad del cerebro, es decir, la capacidad para adaptarse a la nueva información que recibe a lo largo del día. Sin esta habilidad para asimilar conocimientos y habilidades, resulta más complicado ser adaptables y resilientes.
Vivimos en una cultura que promueve horas de más en el trabajar y dormir poco, como si se tratara de una receta para el éxito. Hay quienes afirman que con unas cuantas horas de descanso amanecen como lechugas. Sin embargo, 1 de cada 1000 personas pueden operar bien con seis o menos horas de sueño3.
¿Por qué dormir bien es importante para lograr resiliencia? Claves para lograrlo
Tener un descanso reparador es fundamental para aprender y asimilar conocimientos. Es decir, es más fácil adquirirlos cuando se está bien descansado y mientras se duerme, estos son procesados en el cerebro. Por otro lado, el sueño de calidad permite regular las emociones, una persona que no lo hace está más irritable. Por ende, lidiar con el entorno volátil resulta más complicado.
A fin de lograr resiliencia a través del sueño, es importante tomar en cuenta:
- Reducir el estrés: antes de dormir procura relajarte, ya sea que hagas ejercicio una o dos horas antes de ir a la cama. También puedes meditar, tomar un baño tibio o simplemente escribir en un diario cómo te sientes a fin de lidiar con tus emociones y liberarte de ellas.
- Modifica el entorno: asegúrate de que tu habitación te ayude a conciliar el sueño. Cerciórate de mantenerla oscura, fresca, sin ruidos y de ser posible, reduciendo al mínimo la cantidad de lucecitas que se tienen prendidas en la noche; por ejemplo, televisiones o relojes digitales, a los cuales les puedes atenuar la intensidad.
- Integra una rutina de sueño: intenta cada noche tener un sueño reparador, tratando de dormir en promedio ocho horas. No siempre será posible, pero también considera que es una cuestión de disciplina el hecho de ir a la cama a la misma hora los siete días de la semana. Si te despiertas entre la noche, levántate y haz una actividad relajante como leer o escribir.
- Evita el alcohol: aunque suene tentador tomar una cerveza o beber una copa de vino para relajarte, las bebidas embriagantes reducen el tiempo de la etapa REM de sueño, que es cuando se lleva a cabo el mayor descanso y el cerebro entra en una fase de recuperación.
- Modifica la mentalidad: así como es esencial hacer ejercicio y tener una dieta para mantener el cuerpo sano, también lo es tener calidad de sueño. ¿Por qué no darle la misma importancia a este proceso natural? De alguna manera estos tres elementos están conectados, por lo que no hay que echar en saco roto el poder de una buena noche de descanso.
Si de plano te cuesta dormir, evalúa la posibilidad de consultar a un médico. ¿Tardas más de media hora en quedarte dormido? ¿Te levantas muy temprano y te sientes cansado constantemente? ¿Roncas fuertes o sufres de apnea del sueño? Reflexiona y pide ayude si es necesario.
Lograr más resiliencia a través del sueño requiere de tu compromiso. Prueba los beneficios de estar bien descansado, tal vez te de cuenta que mejoras la retención de información, tu forma de tomar de decisiones y lidiar con las emociones, además de relacionarte mejor con quienes te rodean.
Referencias: 1Forbes, 2National Safety Council, 3American Psychology Association