Los gigantes tecnológicos como Microsoft y Google buscan aprovechar el desarrollo acelerado de la inteligencia artificial y se están armando para la creciente guerra por la mejor tecnología.
Los años de relativa paz entre Google y Microsoft parecen haber llegado a su fin debido al crecimiento acelerado de la inteligencia artificial, específicamente con la llegada de los chatbots avanzados y motores de búsqueda impulsados por esta tecnología. Los últimos avances de las dos compañías están marcando la pauta en la industria y representan el inicio de una creciente guerra por el desarrollo de nuevas, sofisticadas y cada vez más avanzadas herramientas de IA.
El comienzo del 2023 ha estado bastante movido tanto para Microsoft, como para Google en materia de inteligencia artificial. En las últimas dos semanas, ambas compañías aumentaron sus reservas para las primeras etapas de lo que se perfila como una carrera armamentista de inteligencia artificial en todo el sentido de la expresión.
Se hacen de aliados antes de atacar
Hace un par de semanas Microsoft anunció una inversión de $10 mil millones de dólares en OpenAI, la firma de inteligencia artificial creadora de modelos como el popular chatbot, ChatGPT y el famoso generador de imágenes, DALL-E 2; con el fin de impulsar el desarrollo de nuevas aplicaciones de IA y sobre todo impulsar el motor de búsqueda de la compañía para competir con Google, quien por muchos años ha sido el líder absoluto de los buscadores en internet.
Por otro lado, en un inicio Google señaló que avanzaría con mucho cuidado y evaluaría bien la nueva tecnología de chatbots inteligentes antes de desarrollar un rival de ChatGPT, por temor a poner en riesgo su buena reputación con los usuarios.
Sin embargo, tras darse cuenta de que el chatbot de OpenAI llegaría a Microsoft, representando una amenaza seria para su modelo de negocios, Google activó las alarmas y puso en marcha diversas iniciativas para desarrollar un rival de ChatGPT.
A finales de enero del 2023, Google invirtió 300 millones de dólares en una empresa de inteligencia artificial, Anthropic, fundada por antiguos miembros de la OpenAI Mafia. La firma que se especializa en la investigación y desarrollo de modelos de lenguaje avanzados, anteriormente creó su propia versión de ChatGPT llamada Claude.
Unos cuantos días después, se filtraron reportes que indica que mediante esta asociación, Google comenzó a trabajar en su propio prototipo de chatbot “Aprentice Bard”.
Microsoft y Google muestran su armamento para la guerra de inteligencia artificial
Cuando los rumores del lanzamiento de un nuevo Bing con la tecnología de OpenAI integrada eran muy fuertes, Google aceleró el paso y presentó Bard, su propio chatbot inteligente para hacer frente a ChatGPT. Sin embargo, éste atraviesa una fase de experimentación y únicamente esta siendo probado en usuarios seleccionados.
Exactamente un día después de la presentación de Google, Microsoft lanzó al público la nueva versión de su motor de búsqueda impulsado con la tecnología GPT. El nuevo Bing, ahora contiene la opción de iniciar un chat en su barra de herramientas que brinda a los usuarios al momento de buscar información, una experiencia de conversación similar a la de ChatGPT.
A diferencia del chatbot de OpenAI, la versión de Bing es mucho más avanzada, ya que se actualiza constantemente de la información de Microsoft Edge y puede responder a consultas relacionadas con eventos actuales. Tras presentar la innovación de Bing el CEO de Microsoft, Satya Nadella, señaló “Comienza una nueva era para los motores de búsqueda y la carrera comienza hoy”, prácticamente lanzando una amenaza a Google.
El confrontamiento apenas empieza
Para la mala fortuna de Google, el haberse apresurado a sacar su chatbot, hasta ahora les ha resultado contraproducente. Unos días después de revelar una prueba de la capacidad de Bard, la empresa matriz de Google, Alphabet Inc., perdió $100 mil millones de dólares en su valoración, debido a que su nueva tecnología de inteligencia artificial produjo en su primera presentación un error notable.
Mientras tanto, el valor de las acciones de Microsoft, ha aumentado un 3% después de que la empresa presentara su nuevo motor de búsqueda con ChatGPT incluido. Un punto importante que juega a favor de la compañía fundada por Bill Gates es que a diferencia de Google, no tiene un imperio publicitario masivo que proteger, por lo que es probable que la empresa esté dispuesta a renunciar a parte de sus ingresos con tal de arrebatarle a su competidor una gran porción de mercado.
Por otro lado, será muy interesante ver cómo estos nuevos buscadores inteligentes pueden impactar el futuro de la web y las finanzas de miles de personas cuyo negocio depende de que las personas visiten su página. Esta clase de herramientas podrían disminuir los clics en otros enlaces, porque las personas obtendrán la información de una forma digerida, sin tener que dar clics en otros enlaces. Por lo que, sin duda, Google y Microsoft deberán tomar esto en cuenta para transformar su modelo de negocios.