¿Crees que ya se te fue el último tren? Hay innovadores que comenzaron sus negocios a una edad en la que otros sufrían la “crisis de la mediana edad”.
Por Redacción TNE
Es cierto que la imagen típica que te viene a la mente cuando piensas en un emprendedor es de un joven millennial hiperactivo de 20 años dando a conocer su fresca idea tecnológica a una incubadora de empresas. También es verdad que figuras como Steve Jobs, Bill Gates y más recientemente Mark Zuckerberg y Evan Spiegel, no hacen más que reforzar dicho estereotipo.
A pesar de esto, el emprendimiento en realidad es para toda persona que sienta dentro de sí la inquietud, intriga o necesidad de revolucionar el mundo sin importar la edad. Es por eso, que los siguientes ejemplos demuestran que nunca es demasiado tarde para ponerle freno a la legendaria “crisis de la mediana edad”.
Jack Ma, Alibaba
Edad al emprender: 35
Cuando era niño, su lugar de nacimiento, Hangzhou, comenzó a recibir muchos turistas después de una visita del expresidente de los Estados Unidos Richard Nixon la cual aprovechó para ofrecerle a los visitantes tours de la ciudad a cambio de clases de inglés.
Cuando llegó su turno para estudiar la universidad, reprobó por tres años consecutivos su examen de admisión hasta que finalmente ingresó al Hangzhou Teacher’s Institute. Al graduarse, fue rechazado en 30 diferentes empleos, incluido un KFC.
En una visita a los Estados Unidos, conoció el Internet en 1995 e inmediatamente quedó cautivado por su potencial. Cuando se dio cuenta que en China no había ningún tipo de apoyo hacia esta nueva tecnología, fue cuando se le ocurrió la idea de cómo explotarla. Decidió iniciar una empresa en su país dedicada a la red y comenzó diseñando sitios web para compañías.
Finalmente, en 1999 inició Alibaba como un portal B2B para conectar manufactureras chinas con vendedores extranjeros. Hoy en día la empresa de Ma rebasa los 529 millones de usuarios activos al mes, es el retailer más grande del mundo por encima de Walmart y todo esto vino de una persona que no tuvo una computadora hasta los 33 años de edad.
En 2006 y a los 42 años, Jack Ma se graduó de la Cheung Kong Graduate School of Business.
Wally Blume, Denali Flavors
Edad al emprender: 57
Después de más de 20 años de trabajar para la cadena de supermercados Kroger dentro del área de desarrollo de nuevos productos, decidió darle fin a tan prolongada carrera después de escuchar a su jefe presentar los planes para crear una nieve de tomate.
En 1992 comenzó a experimentar con distintos helados junto a dos compañeros hasta que llegaron al sabor que en un futuro le rendiría más cuentas: Moose Tracks. Después de esto, Blume vendió su casa y sus autos para comprar las partes del negocio a sus colegas y junto a su esposa June iniciaron Denali Flavors.
Su falta de habilidad para abrir un negocio la sobrellevó con todos sus años de experiencia en el mercado: “conocía el mundo del helado de adentro hacia afuera”, dice, “había estado vendiendo ingredientes por mucho tiempo. No fue tan complicado iniciar porque ya sabía que iba a tener éxito”.
25 años después, Denali vende ingredientes para más de 30 sabores diferentes de helados y Moose Tracks es un clásico estadounidense. Hoy en día, Wally trabaja más de lo acostumbrado a cuando era joven; sin embargo, lo disfruta más porque para él, solamente está mezclando el trabajo con su hobby.
Ray Kroc, McDonalds
Edad al emprender: 52
Ahora famoso por ser interpretado recientemente por Michael Keaton en el filme The Founder, la persona que convirtió a McDonald’s en un fenómeno de la comida rápida internacional tuvo un despegue tardío en lo que se refiere al éxito.
Después de la Gran Depresión en los Estados Unidos, Kroc se ganaba la vida como vendedor de vasos de papel, de bienes raíces e incluso tocando en una banda de jazz.
Mientras se encontraba vendiendo máquinas mezcladoras de malteadas, colocó ocho de ellas en un popular restaurante en San Bernardino, California, propiedad de los hermanos Richard y Maurice McDonald. Kroc quedó maravillado por la manera eficiente en la que administraban el establecimiento, sus limpias instalaciones y el amable trato del personal. En ese momento se volvió propietario de una franquicia y a la larga compraría la marca.
El empresario fue conocido por entablar varias prácticas que a la postre se volverían estándar del modelo de comida rápida como operaciones estandarizadas para garantizar que el sabor fuera igual en todos los lugares y la devolución del dinero si el cliente no quedaba satisfecho. Antes las franquicias se manejaban por zonas, pero Kroc se inclinó a vender establecimientos individuales para que los responsables de los restaurantes establecieran un mayor control sobre él.
Cuenta una historia que intentó negociar con Walt Disney la apertura de un McDonald’s dentro de Disneyland pero decidió desechar la oportunidad porque le pidió subir 5 centavos los precios de las papas fritas, lo cual perjudicaría a sus cliente más leales.
El espíritu emprendedor está en la edad mental, no la física. El conocimiento adquirido con el paso de los años puede ser incluso más benéfico que el impulso juvenil. Después de leer los casos anteriores, ¿qué opinas?
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