26/01/2016 | Por Redacción TNE
Los valores y hábitos que el fundador de Microsoft recibió en casa cuando era pequeño son ingredientes en su receta del éxito.
Detrás del cerebro que dio vida a Microsoft, Bill Gates, está su padre William Henry Gates II, quien además de su nombre, le heredó su gusto por hacer lo que sentía y la semilla de ayudar a los que lo necesitan.
Bill Gates padre tiene claros tres puntos que los progenitores podrían poner en práctica con sus familias para ver crecer hijos exitosos en sus profesiones, pero sobre todo felices. En su caso, su hijo varón William Henry Gates III también se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo, propietario de una empresa rentable y creador de una fundación filantrópica que apoya diferentes causas sociales como la prevención del Sida, el fomento educativo en comunidades de escasos recursos y el emprendimiento de nuevas empresas creadas por jóvenes. ¿Cuáles son esos consejos?
1. Fomenta la lectura, pero pon límites
Bill Gates II afirma que su hijo se apasionó por la lectura desde muy temprana edad leyendo todos los libros que le interesaban, así que no dudó en poner a su alcance cientos de ejemplares de enciclopedias, ciencia ficción o tecnología. Sin embargo, el fundador de Microsoft se convirtió en un lector tan ávido que terminó por aislarse de los demás, así que él y su esposa Mary impusieron una regla: nada de libros en la mesa.
2. Impulsa sus ideas
Desde muy temprana edad Bill Gates III dio señales de que iba a sobresalir, afirmó su padre al recordar que cuando éste cursaba el quinto grado tuvo que llenar un formulario de qué quería ser cuando fuera grande y señaló la casilla de “astronauta”, pero agregó una más: “científico”.
En casa nunca fue limitado o empujado a ser como otros niños, al contrario sus padres siempre lo apoyaron para que hiciera lo que él deseaba. Su gusto por las computadoras se fue desarrollando desde que el primer aparato llegó a su escuela, pero cuando su padre se enteró en 1975 que dejaría Harvard para emprender su propia empresa de sistemas computacionales comprendió el nivel de compromiso que tenía con el tema.
“No puedo decir que no me preocupé. Pero para entonces yo no era un factor en esas decisiones. Él tenía sus propias ideas acerca de cómo quería lograr sus metas”, dijo Gates II.
3. Enséñale valores
El padre de Gates recuerda que su esposa siempre fomentó la frase del Libro de Lucas “De quien mucho recibe, mucho se espera”, así que no le extrañó que un día su hijo llegara a invitarlo a ser parte de la fundación benéfica que tendría junto a su esposa Melinda.
Recuerda que fue muy satisfactorio saber que las enseñanzas que le habían dado en casa a su hijo rendirían frutos y éste compartiría parte de sus ganancias a causas sociales. Como parte de la administración Gates II realizó el primer cheque por 80 mil dólares para un programa local en Seattle que lucha contra el cáncer.
El seno de una familia encabezada por un abogado y una maestra de universidad se convirtió en la base sobre la que el empresario de tecnología construyó su imperio, demostrando que la educación inicia en casa.