Por Redacción TNE
Cinco reglas básicas pueden salvarte de un momento vergonzoso frente a tu jefe o compañeros.
Con la época de posadas a la vuelta de la esquina es necesario estar preparado para la reunión que organice la compañía para la que trabajas, ya que aunque es un momento para relajarse y divertirse es necesario cuidar algunos aspectos para que una noche no termine con tu imagen profesional ante tu jefe y colegas.
1. Descuidar el dress code: Sí, es fiesta pero no por eso hay que vestirse como si estuvieras en un antro. En el caso de las mujeres se recomienda usar ropa que no sea tan llamativa, ni por sus colores ni por ser muy corta o ajustada. Lo mejor es un portar un vestido de coctel con un largo discreto, sin mucho escote o transparencias. Tampoco se debe caer en el extremo y llegar de traje sastre. Los expertos en imagen personal recomiendan tampoco excederse en el maquillaje o peinado. Un look elegante-casual no fallará.
En el caso de los hombres, traje sin corbata -para una reunión no muy formal- es algo bien visto. Evita llegar en jeans y tenis. Recuerda que tus compañeros están acostumbrados a verte con ropa formal y no debes “sorprenderlos” al transformarte por completo durante una noche.
2. Beber sin moderación: Como dice el dicho “nada con exceso, todo con medida”; no por el alcohol sea gratis e ilimitado hay que pasarse de copas. Tomar tranquilamente te puede ahorrar situaciones incómodas como bailar inadecuadamente, coquetear con compañeros o figuras de autoridad o hablar de más.
También es importante que antes de iniciar a consumir alcohol hayas comido antes, para que los efectos sean menos fuertes.
3. Evitar a personas de otros departamentos: el objetivo de las fiestas empresariales con que los trabajadores convivan, entonces no te quedes en un rincón sólo con la gente de tu misma área. La posada corporativa es una excelente oportunidad para hacer networking con otros departamentos: por ejemplo puedes ponerle rostro al de sistemas que siempre te apoya vía telefónica o bien, puedes conocer a los responsables del comedor que amablemente te alimentan.
4. Hablar de trabajo: Aunque la reunión la organiza la empresa debes evitar que las conversaciones que surjan sea sobre los problemas pendientes de resolver. Haz a un lado las responsabilidades laborales por una noche y pon sobre la mesa otros temas para platicar: familia, próximas vacaciones, hobbies, etc. Puedes descubrir que tienes mucho en común con tus coworkers a los que casi no conocías.
5. Perderte la fiesta: Asistir es la regla de oro, aunque tengas otros compromisos o pocas ganas de tener una reunión con todos los de tu empresa, será mal visto que no estés presente. Es mejor que llegues un momento y luego te disculpes por tener “algo más que hacer”, que simplemente no llegar.
Fiestas para beber en exceso y comportarte como en tu época universitaria habrá más con tus viejos amigos. Diviértete responsablemente, no dejes que un evento que dura un par de horas acabe con el profesionalismo que tus acciones laborales te han forjado.